El pasado 13 de octubre la Secretaría de Salud del Atlántico envió una circular ordenando el retiro de los supermercados de un lote de Lomitos de Atún Van Camp´s porque sobrepasaban el nivel permitido de mercurio. De acuerdo al muestreo realizado por el Invima en Boyacá, esas latas contenían 1.39 mg/Kg de mercurio cuando el máximo permitido es 1.0 mg/Kg para los productos de pesca. Ante el hallazgo, lo indicado era evitar cuanto antes que cerca de 20.000 latas llegaran a los hogares colombianos.
La noticia causó un gran alboroto. El atún enlatado es un producto presente en casi todos los hogares colombianos. Y el mercurio, un metal pesado, al entrar al cuerpo humano se va acumulando hasta llegar a afectar al sistema nervioso central.
El director del Invima Javier Guzmán ha intentado tranquilizar a los consumidores. “No hay que crear zozobra. Ni satanizar el atún. Es un producto importante porque tiene alto contenido de proteína y nutrientes esenciales. El lote específico es un lote que ya retiramos del mercado. No pensamos que esté en ningún supermercado”, dijo a través de diversas emisoras.
El mensaje de tranquilidad de Guzmán puede resultar cierto para ese lote específico de latas de Van Camp´s pero oculta una verdad mucho más turbia: la presencia de atún con altos niveles de mercurio se está convirtiendo en un problema repetitivo y en un asunto de salud pública. Por tratarse de un producto de consumo masivo - el mercado local se estima en unos 400.000 millones de pesos anuales –, su importancia en la dieta de los colombianos y la fuente de empleo que representa, la información pública sobre los riesgos de su consumo se maneja con extrema cautela. Muchas veces a costa de datos que deberían estar en manos de los consumidores.
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/salud/comer-o-no-comer-atun-una-pregunta-incomoda-colombia-articulo-660950
